Al entregar la copia de la Cédula Real a Rigoberta Menchú Tum, premio Nóbel de la Paz 1992, la alcaldesa capitalina aseguró que para el Ayuntamiento poblano significa un gran honor contar con la presencia de una mujer que representa un icono de la defensa de los derechos de los habitantes originales de América Latina y de todas las demás personas, y activista contra la discriminación.
Por su parte, la activista también expresó su agradecimiento por el reconocimiento que le otorgó la primera regidora, de quien dijo es una mujer que es ejemplo por su labor como presidenta municipal, en una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad: “Con mucha humildad recibo este homenaje; lo recibo en memoria de una familia que a mí me dio la vida, y de todas las mujeres y hombres, de las más de 200 mil personas que perdieron la vida en el conflicto armado de Guatemala”.
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