El presidente de la Gran Comisión, Guillermo Aréchiga Santamaría, se defendió de las acusaciones en su contra que lo señalan por presunta compra y coacción del voto en la jornada electoral de ayer en San Jerónimo Tecuanipan, en donde su partido -Nueva Alianza- obtuvo el triunfo, sin embargo, admitió su activismo político y negó que haya entregado lavadoras y dinero a cambio de sufragios.
Sin embargo, las dirigencias estatales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Verde Ecologista de México (PVEM), respectivamente, amagaron con interponer denuncias y quejas ante las autoridades electorales estatales en contra de Aréchiga Santamaría, luego de recabar evidencias que demuestran que el líder del Congreso condicionó los votos.
No obstante, Aréchiga Santamaría rechazó que existan pruebas en su contra de haber utilizado recursos públicos para su visita a San Jerónimo Tecuanipan, toda vez que los vehículos oficiales fueron resguardados con sellos en las instalaciones del recinto legislativo, sin embargo, ayer trascendió que desde la sede legislativa salió un convoy con electrodomésticos.
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