El director de Apoyo Técnico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Arturo Balandrano Campos, señaló que no se ha otorgado ningún aval o permiso al viaducto Zaragoza, ya que el gobierno del estado no ha presentado ningún proyecto.
Esta opinión resulta contraria a lo que declaró el secretario de Infraestructura, Antonio Gali Fayad, el pasado lunes en Casa Puebla, en donde aseguró que la institución ya entregó su aval a este proyecto.
Ante un grupo de investigadores y académicos de la UAP, así como del propio INAH, con los que se reunió la mañana de ayer para exponerles la situación del viaducto, Balandrano Campos aseguró que el proyecto sólo es “una ocurrencia” del gobierno del estado al pretender edificar puentes en la zona monumental de Los Fuertes.
Agregó que la administración estatal está trabajando a marchas forzadas en este viaducto “para tener un impacto político”, pero en realidad ni siquiera el proyecto ejecutivo de esa obra ha sido presentado al INAH.
El directivo, enviado de las oficinas centrales para analizar el viaducto Zaragoza, agregó que no será uno si no cinco los puentes que pretende edificar en esta obra; uno de ellos, el del barrio de San José, ya fue rechazado por escrito; el puente que pretende edificar en la 14 Oriente y el bulevar 5 de Mayo, en la zona del Paseo de San Francisco, “ahí de plano le dijimos al gobierno del estado que ni nos presenten el proyecto, porque definitivamente no se va a aprobar nada”.
Sin embargo, consideró que si bien el INAH no dará ningún permiso para un puente, espera alguna otra propuesta de la administración para resolver el problema vehicular en esa zona del barrio de San José, las obras que ahí se realizan “no son problema”, pues estos trabajos pueden ser “reversibles”, ya que el gobierno del estado “sólo está cambiando el pavimento”.
Por su parte, Balandrano Campos señaló que en el planteamiento de la Secretaría de Infraestructura al INAH se pretende demoler el “Arco Triunfal” de la ciudad de Puebla –que data del siglo XvI–, para dar paso a uno nuevo metálico con unos 13 metros de altura para que sea el nuevo arco de la capital, lo que también fue rechazado. Este arco padece las vibraciones de los trabajos que la maquinaria pesada efectúa en el lugar.
Admitió que otra edificación que se está realizando dentro del límite de la zona de monumentos, pero en la parte que va del mausoleo al general Zaragoza a la avenida Batallón de Zacapoaxtla, es otro puente vehicular, pero de éste aseguró que no existe obra edificada, a pesar de que ahí ya fueron colados varios cimientos para pilotes.
Balandro agregó que dichas obras viales no están planteadas en el Plan Estatal de Desarrollo, por lo que carecen de justificación; la Secretaría de Infraestructura, agregó el directivo, le aseguró al INAH que el viaducto Zaragoza y las obras viales están en el Programa de Mejoramiento Vial, “pero no los encontramos por ningún lado”.
Recordó que el gobierno del estado le presentó “un catálogo de obras” que incluía la creación de los cinco puentes vehiculares para que la Federación se los autorizara, pues el mayor argumento presentado hasta ahora es proporcionar un mejor acceso al Centro Expositor de Los Fuertes. Respondió que esto fue rechazado, pues el INAH no autoriza catálogos, sino que evalúa sobre proyectos ejecutivos debidamente estructurados que hasta ahora no existen.
Mientras, el arquitecto Arturo Balandro aseguró lo anterior al grupo de académicos e investigadores que se oponen al viaducto Zaragoza, los trabajos de la maquinaria pesada por la empresa Codesa en el crucero de la 2 Norte y el bulevar 5 de Mayo continuaban a marchas forzadas.
En ese lugar ya fue eliminado el camellón que está en entre 28 Oriente y el bulevar y con él una decena de jacarandas; a un costado, en el camellón del bulevar –entre una tienda del consorcio MacDonald’s y una fábrica de vitrales–, se cimentó la base para una estructura y decenas de hombres continúan quitando el pavimento.
En tanto, el titular del Centro INAH Puebla, Víctor Hugo Valencia Valera, reiteró que la institución no está ocultando información sobre el proyecto o “negociando en lo oscurito” la aprobación del mismo, sino que es el gobierno del estado el que hasta la fecha no ha entregado el proyecto ejecutivo de esta obra.
Ante la exigencia de los investigadores por clausurar definitivamente la obra del viaducto, Valencia y Balandrano respondieron que no se pueden colocar sellos –ni siquiera de forma preventiva, como se los plantearon–, ya que se trata de un asunto que está analizando el área jurídica de la oficinas centrales del instituto en la Ciudad de México a fin de evitar meter al organismo en un pleito legal con el gobierno del estado. “El INAH no se puede equivocar en términos jurídico”, justificó.
En todo caso, plantearon los funcionarios federales, el ayuntamiento de Puebla –encabezado por el panista Eduardo Rivera Pérez– tiene mayores atribuciones que el propio INAH para frenar la construcción, pero “mañosamente” no lo ha hecho, pues sólo ha acudido a una reunión de trabajo y no ha fijado una postura sobre este tema, lo que dijeron les ha “decepcionado” de la Comuna.
Sobre el gobierno de Rivera Pérez hicieron una advertencia: “¿Qué va a decir el ayuntamiento de Puebla en su próximo informe a la Unesco sobre la conservación del patrimonio de la ciudad?”.
La nueva batalla de Puebla
Por parte de los investigadores acudieron a la reunión con los representantes del INAH Anamaría Ashwell, Rosalva Loreto, Lidia Gómez García, Montserrat Gali, Ambrosio Guzmán, Edmundo Gutiérrez y Ruth Amigón, entre otros, quienes además de exigir la clausura expusieron que este caso será llevado ante la Unesco e Icomos, organismos garantes de la preservación del patrimonio edificado mundial.
Tanto Ashwell como Loreto pidieron a los funcionarios federales que actúen inmediatamente y no esperen al límite, cuando éstas ya no puedan ser echadas abajo, como ha ocurrido en otras ocasiones, como en los casos de la zona arqueológica de Cholula, en Huejotzingo o en la propia capital con obras como Villa Flora, el Paseo de San Francisco o las sendas históricas de la gestión de Blanca Alcalá, donde el INAH tuvo una actitud complaciente.
Sostuvieron que como están planteados los puentes será excesiva la cantidad de autos que serán enviados a la zona monumental, y no se están considerando los impactos ambientales y sociales de esto; además, el proyecto tiene un costo de 595.3 millones de pesos, donde en un tramo de apenas un kilómetro el costo supera los 100 millones de pesos.
Agregaron que serán ellos junto con la sociedad civil los que den “la nueva batalla de Puebla”, pero en defensa del patrimonio cultural e histórico; a 150 años de la batalla del 5 de mayo de 1892, señalaron, son nuevamente los poblanos los que salen en defensa de su ciudad en contra de esta invasión de intereses particulares que sólo dejan ganancias a la élite en el poder. Recordaron que el nombramiento de Puebla como Ciudad Patrimonio de la Humanidad está en riesgo, por lo que continuarán con este movimiento pacífico hasta que la obra sea detenida.
La reunión fue atestiguada por La Jornada de Oriente tras la invitación que a este diario hizo el grupo de académicos; el encuentro entre los investigadores y los funcionarios federales inició a las 9 de la mañana y se prolongó hasta poco antes de mediodía. Por momentos el encuentro fue ríspido, donde si bien por parte de la institución se dijo que había “coincidencia” en cuanto a la defensa del patrimonio cultural, no hubo una decisión firme de colocar sellos de clausura a viaducto Zaragoza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario