JAVIER PUGA MARTÍNEZ
Este año que concluye Puebla se consolidó como la entidad donde más robos en carreteras contra camiones de carga se cometieron en todo el país: en noviembre pasado, el Sistema Nacional de Seguridad Pública dio a conocer que en este estado se habían cometido 166 delitos.
Al menos, un tercio de estos fueron cometidos con lujo de violencia según el reporte dado a conocer al Senado de la República ese mes.
Con esto, el estado de Puebla continúa siendo uno de los más peligrosos del país para el transporte de carga, pues es a lo largo de las autopistas México–Puebla–Orizaba en donde más robos a camiones pesados ocurren. Aunque también hay reportes de robos en la carretera México–Tuxpan, entre Huauchinango y Xicotepec de Juárez.
Asimismo, también se han suscitado robos a trenes de carga en territorio poblano.
De acuerdo con datos de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) y de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada e Industria Satelital (Amesis), la entidad forma parte del famoso “triángulo de las Bermudas” carretero del país, pues la zona entre las casetas de Amozoc, de Esperanza y la ciudad de Coatzacoalcos es donde los camiones con mercancías diversas desaparecen sin dejar rastro alguno.
Tan sólo al cierre de 2010 en México el robo de camiones pesados aumentó 52 por ciento con respecto al año 2009, en donde materiales de construcción, aparatos electrodomésticos, ropa, alimentos y fármacos fueron los principales blancos de los delincuentes.
Aunque el presidente de la Amesis, Ricardo Bustamante Medina, aseguró que 88 por ciento de los productos robados fue recuperado durante los primeros 30 minutos posteriores al robo en ciudades, y en 90 minutos posteriores cuando el asalto ocurrió en carreteras; sin embargo, fueron más de 800 los robos consumados al transporte en los estados de México, en el Distrito Federal, en Puebla, Veracruz, Querétaro, Michoacán, Jalisco y Nuevo León.
De acuerdo con la Amesis, el robo anual de mercancías asciende a unos 9 mil millones de dólares, cantidad equivalente a 1 por ciento del PIB del país.
En tanto, la Canacar sostiene que los grupos de delincuenciales son capaces de desaparecer en minutos un tráiler de 18 ruedas y con varias toneladas de peso, aunque para ello se requiere también de que exista corrupción en las policías locales.
La organización, a través de su delegación en Puebla, afirmó que 86 por ciento de la movilización de mercancías y productos del país se hace a través del autotransporte, y abarca prácticamente la totalidad de este servicio en el estado de Puebla.
De esta industria depende la subsistencia de 4 millones de familias; las actividades del autotransporte generan una cantidad similar empleos adicionales, a través de las talacherias, refaccionarias, comedores, armadoras de cajas de carga y la venta de otros servicios relacionados con esta actividad.
La situación en las carreteras del país, así como el aumento al precio del diesel, están poniendo en jaque a esta industria, pues el incremento al hidrocarburo no está siendo pasado al consumidor final, es decir, a los clientes que contratan el servicio, sino que las propias empresas lo absorben dejándolos sin utilidades en el mejor de los casos, aunque decenas de quienes se dedican a este negocio operan con pérdidas.
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