La falta de equipo y medicamentos en hospitales regionales, generales y clínicas de salud se convirtió en una constante durante la gestión de José Alfredo Arango García como secretario de Salud en el estado, lo que afectó incluso al nosocomio de su tierra natal, Tehuacán.
A pesar de que en enero de 2010, en gira de trabajo realizada con el ex gobernador Mario Marín Torres, inauguró la Unidad de Enfermedades Crónico Degenerativas y la Unidad de Prevención de Adicciones, donde se invirtieron más de 4 millones de pesos, estas no funcionan por falta de equipamiento y personal.
En su momento, el secretario de Conflictos del Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Salud Sección 7, Mario Arturo Paz de la Cruz, calificó como grave la situación de falta de insumos y medicamentos en el Hospital General, que ponía en riesgo a los pacientes y personal médico.
Materiales como gasas, cubre bocas y equipo de normagotero, utilizado para suministrar los medicamentos vía intravenosa, así como varias claves de medicinas, eran los productos que más escaseaban.
Paz de la Cruz dijo que en los momentos que se tenía alerta amarilla ante el virus de la Influencia Humana A H1N1, personal del nosocomio carecía hasta de cubre bocas.
Durante la gestión del ex secretario de Salud se reportó que dejó de funcionar el equipo de Rayos X y tomografías del Hospital General, y a pesar de la inconformidad de familiares de pacientes, tardó más de 2 meses en repararse.
En los hospitales integrales la queja siempre fue la falta de medicamento así como de personal, y cuando en sus visitas a Tehuacán se le cuestionó sobre la problemática, su respuesta siempre fue que los médicos no querían acudir a los nosocomios por su lejanía, dado a que se encontraban ubicados en comunidades de la Sierra Negra.
Cabe hacer mención que a la fecha, las unidades especializadas del Hospital General, inauguradas durante el sexenio marinista siguen sin operar al 100 por ciento.
El Hospital Integral de Izúcar de Matamoros, un elefante blanco
En completo abandono se encontró el Hospital Integral de Izúcar de Matamoros al término del sexenio del ex gobernador Mario Marín Torres, nosocomio que terminó de construirse en julio de 2010 y que tendría como objetivo beneficiar a izucarenses y habitantes de 17 municipios de la región.
El hospital se edificó cuando José Alfredo Arango García ocupaba el cargo de secretario de Salud en la entidad.
Su construcción tuvo un costo de 250 millones de pesos y fue inaugurado el 1 de julio de 2010, a tres días de los comicios del 4 de julio pasado.
Debía contar con una capacidad de 45 camas y 18 consultorios, área de urgencias, unidad de toco-cirugía, servicios de radiología, mastógrafo, banco de sangre, quirófanos, laboratorios, central de esterilización y equipos, medicina física, sala de terapia intensiva, entre otros servicios, sin embargo estos fueron retirados extrañamente después de su inauguración.
El nosocomio no se puso en funcionamiento, justificando que había inconsistencias en los equipos otorgados en la licitación, se argumentó que la tecnología era muy delicada y las corrientes de electricidad podían afectarlos.
En la carretera que va rumbo a San Juan Raboso, frente a las oficinas de la Policía Federal Preventiva, se encuentra la estructura de uno de los espacios que estaba destinado a ser un “hospital de primer mundo”, con la más alta tecnología y los servicios que brindaban nosocomios de otros países, aseguró en su mensaje el entonces gobernador Mario Marín Torres.
Sin embargo al término del sexenio, el nosocomio se volvió un elefante blanco con múltiples deficiencias que impidieron su operación.
Falta de medicamentos en el Hospital Integral en Atlixco
Uno de los problemas que presenta el Hospital Integral del León en Atlixco es el desabasto de medicamentos, al grado que pacientes tienen que comprarlos.
En promedio, diariamente acuden 500 personas al lugar para recibir atención médica, sin embargo existe falta de personal, desde intendencia hasta médicos y especialistas.
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