La autoridades una y otra vez han reiterado que en Puebla no existe la presencia del crimen organizado, sin embargo, hoy se contradicen adjudicando el granadazo en Petlalcingo a estos criminales ¿quien más pudo haber sido? Por su puesto, nuestro santo ejército no (Nota del Editor).
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El secretario de Seguridad Pública del Estado, Ardelio Vargas Fosado, adjudicó a grupos criminales el abandono del artefacto explosivo que detonó hiriendo de gravedad a un niño de 11 años en la comunidad de El Ídolo, perteneciente al municipio de Petlalcingo, y rechazó que pudiera tratarse de una granada de mano olvidada por los elementos del Ejército que realizan actividades de adiestramiento en la zona.
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El secretario de Seguridad Pública del Estado, Ardelio Vargas Fosado, adjudicó a grupos criminales el abandono del artefacto explosivo que detonó hiriendo de gravedad a un niño de 11 años en la comunidad de El Ídolo, perteneciente al municipio de Petlalcingo, y rechazó que pudiera tratarse de una granada de mano olvidada por los elementos del Ejército que realizan actividades de adiestramiento en la zona.
En entrevista, el funcionario deslindó al grupo castrense de responsabilidades, alegando que “allá hay mucha actividad de otro tipo” y ante la insistencia de los medios para aclarar a qué se refería, reconoció de manera reticente “ustedes mismos ha señalado que hay presencia de organizaciones criminales.”
A decir del secretario, las autoridades mantienen investigaciones en la zona desde hace tiempo, conocen la situación pero no han sido capaces de aprehender a sospechosos identificados. Por ahora, continúa el reconocimiento del lugar para garantizar la seguridad de los habitantes.
Vargas Fosado explicó que de acuerdo a su experiencia, la explosión de una granada hubiese causado la muerte del menor “y no un daño en el brazo o alguna parte del cuerpo”, por el contrario, “agradeció” la presencia de elementos del Quinto Regimiento de Caballería Motorizada, por prestarle auxilio médico al menor.
Abundó no han identificado el artefacto detonado pero por su experiencia personal, aventuró que podría tratarse de un petardo o cohetón “que lo único que provocó fue que sí le desprendió el brazo y le provoca quemaduras en gran parte del cuerpo pero no son esquirlas.”
Debido a la explosión, el niño de 11 años, Osvaldo Zamora, perdió el brazo y la pierna derechos, quemaduras en la ingle izquierda y podrían someterlo a la amputación de la otra pierna.
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