El titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado, reconoció que ordenó la agresión contra reporteros que cubrieron el 23 de agosto pasado el desalojo de integrantes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en un predio del municipio de Chignahuapan, bajo el argumento de que resguardó la integridad física de sus elementos policiacos.
El funcionario estatal justificó la agresión señalando que los reporteros no se identificaron ante los policías estatales. Incluso, indicó que los periodistas golpearon a los uniformados, ya que estaban revueltos entre más de 400 personas, quienes se aprovecharon de ser un grupo mayor que los agentes preventivos y los atacaron.
“Yo opero de manera muy puntual. Cuando estoy operando tengo que estar cuidando la integridad de mi gente y, bueno, si no se identifican y si no sé quiénes son, pues con la pena ‘mano’, pues yo estoy operando y yo tengo que apoyar tanto la integridad física de mi gente como la operación que estoy realizando”.
“Si tú no traes una identificación donde te encuentre en una operación y si me estás agrediendo, seguramente tendré una manera de tener un control”, advirtió.
Este martes se dio a conocer un audio grabado el 23 de agosto, cuando se realizó el operativo estatal de desalojo en el terreno conocido como La Ciénega Larga, en Chignahuapan.
Las voces de la grabación son de Ardelio Vargas, Ricardo Ariel Vera Lira y Segismundo Doguin Garay, quienes son titular de la SSP, director de la Policía Estatal y subsecretario de la SSP, respectivamente.
En el audio se escucha que Ardelio autoriza reprimir a los comunicadores, así como a quitarles su equipo de trabajo para borrar las imágenes y grabaciones captadas justo cuando los elementos policiacos agredían a las personas.
“Nada de lo que filmaron debe salir, ¿eh? Como quiera nos van a echar madrazos, entonces todo hay que quitarles”, ordena Doguin Garay.
En tanto que Ardelio Vargas dice sobre la presencia de los reporteros: “A esos cabrones no les devuelvan las cámaras, hasta allá, y bórreles toda la imagen que tienen; de tontos nos van a acusar si se las devolvemos, ¡que chinguen a su madre!, nos agredieron, también eran parte de ese grupo”.
Es necesario señalar que durante el operativo, los afectados denunciaron los excesos de fuerza de la policía estatal, en su mayoría contra personas de la tercera edad, a pesar de contar con documentación que avalaba la legítima propiedad de los predios, por lo que no podían ser desalojados.
Producto de la intervención fueron detenidas 31 personas, entre ellas, ocho de la tercera edad y nueve mujeres. Una de ellas fue Artemia León Moreno, de 70 años de edad, quien resultó lesionada de gravedad por un petardo que le disparó un granadero de la Policía Estatal y le hirió uno de sus glúteos.
Cuatro de los asegurados fueron liberados en la segunda semana de octubre, mientras que las 27 personas restantes salieron de la prisión de Chignahuapan el 8 de noviembre, luego de ser acusadas de pandillerismo, daño en propiedad ajena, resistencia de particulares y lesiones.
Agenda Manzanilla reunión con Ardelio
Por su parte, el secretario general de Gobierno de Puebla, Fernando Manzanilla Prieto, dijo desconocer lo ocurrido en el operativo de Chignahuapan, donde el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Ardelio Vargas Fosado, ordenó reprimir a un grupo de reporteros mediante la fuerza pública.
A través de una grabación de audio, Ardelio Vargas Fosado es ubicado como quien ordena la agresión que sufrieron los comunicadores que cubrían el desalojo de miembros de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en un predio de Chignahuapan, por parte de la policía.
Sin embargo, mencionó que sostendrá una reunión con él para saber los pormenores de aquello a lo que se refieren las grabaciones: “es un tema pendiente y me reuniré con él”.
Por ello, solicitó no caer en rumores, pues explicó que mientras no haya una postura oficial podría haber especulaciones.
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