El pasado viernes 17 de febrero, Javier López Zavala conocido como “El Chabelo” rindió protesta como coordinador general de Promoción al Voto de Enrique Peña Nieto en el estado de Puebla, ante la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, consumando con ello, la verdadera operación del PRI en Puebla e incluso para todo el país, en donde el dinero saqueado a los estados es fundamental para operar la millonaria campaña del ex gobernador mexiquense, sin importar el descrédito con que cuenten sus operadores y representantes, bajo el argumento de que el fin justifica los medios.
Por Fernando Casco
La imagen del “góber precioso” abanderará a partir de esta semana los actos del precandidato presidencial priista.
El coordinador regional, Jesús Aguilar Padilla, y la secretaria general consideraron que “la experiencia política, estructura y trayectoria” de López Zavala ayudarán a que la Alianza Compromiso por México logre el triunfo en las urnas el próximo 1 de Julio en el estado de Puebla, sin precisar que en realidad es a Mario Marín Torres a quien están incorporando a la campaña presidencial de su candidato, sin mayores argumentos que la cuantiosa y millonaria fortuna que logró amasar en los últimos 10 años, como producto del saqueo a las arcas públicas de Puebla, en manos de seudo empresarios y lavadores de dinero que buscan como su último reducto de impunidad, la sombra protectora de “su candidato”.
El inicio del arribo de Marín
El pasado 2 de septiembre de este 2011 se dio a conocer la lista de consejeros políticos nacionales de representación territorial, electos para el nuevo Consejo Político Nacional (CPN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), entre los cuales se encuentra precisamente Mario Plutarco Marín Torres, quien a partir de ese momento iniciaba su estrategia política en busca de obtener una secretaría de estado con Enrique Peña Nieto.
Como parte de la renovación de la instancia del PRI, la Comisión Nacional de Procesos Internos (CNPI) divulgó las listas con los nombres de los 210 consejeros de representación territorial correspondientes a 14 entidades.
La segunda lista incluye al empresario Ricardo Mazón y a Raúl Navarro, colaborador cercano de Manlio Fabio Beltrones en el Senado. Se trata de los consejeros de Baja California, Baja California Sur, Yucatán, Chihuahua, San Luis Potosí, Chiapas, Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, Sinaloa y Sonora, que se suman a los 240 de 16 estados definidos en agosto pasado.
Los ex gobernadores de San Luis Potosí, Teófilo Torres Corzo; de Guerrero, René Juárez Cisneros; de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla y de Puebla, Mario Marín Torres también fueron electos para el nuevo CPN que operará de octubre de 2011 a octubre de 2014.
Peña Nieto y sus vínculos con Arturo Montiel
Peña Nieto no puede negar los fuertes vínculos que tiene con Arturo Montiel, quien lo antecedió en la gubernatura mexiquense. Recordemos que a Montiel se le conoce como “tío político” de aquél. Ambos pertenecen al “Grupo Atlacomulco”, varios de cuyos miembros han gobernado e influído en la política tanto del Estado de México, como del país.
El “tío político” fue designado para contender contra Roberto Madrazo por la candidatura del PRI a la presidencia. La trayectoria de aquel entonces hacia la presidencia iba viento en popa, con todo a su favor. No obstante, en unos cuantos días, las posibilidades de Montiel para ocupar la candidatura se vinieron abajo, al hacerse público un grupo de propiedades inmobiliarias en el país y el extranjero, que el aspirante no podía justificar. Se trataba de propiedades que por mucho excedían sus ingresos por varios años como funcionario público. Este problema provocó su salida de la contienda interna del PRI, dejando la vía libre a Roberto Madrazo.
Se dice que Peña Nieto, ya en su papel de gobernador electo del estado de México, tuvo la encomienda de arreglar y lograr que la cuenta pública del periodo de Montiel fuera aprobado por el congreso, objetivo que fue conseguido finalmente.
Premio de consolación
López Zavala aseguró que se mantendría apoyando a Enrique Peña Nieto a pesar de que ya no contendería por la senaduría.
Zavala busca ayudar a que la Alianza Compromiso por México logre el triunfo en las urnas el próximo 1 de Julio en el estado de Puebla.
El trabajo que ahora desarrollará el ex candidato a gobernador consistirá en conformar una estructura partidista para lleve el mensaje del candidato a la Presidencia de la República a todos los rincones de la entidad, además de sus propuestas y compromisos de campaña, según un comunicado oficial de su equipo de colaboradores.
Sin embargo, está claro que esto forma parte de su premio de consolación, tras haber sido eliminado en la fórmula para contender por la senaduría.
López Zavala había informado que no había sido considerado por el PRI para participar en la elección de julio próximo. Que su postulación como candidato al senado en segunda fórmula –acompañando a la ex alcaldesa de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz— había sido rechazada por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y que no le habían ofrecido una candidatura plurinominal a diputado federal como se había rumorado.
En su lugar, el CEN designó a Juan Carlos Lastiri Quiroz, presidente estatal del PRI y diputado, como compañero de fórmula de Alcalá Ruiz.
Como parte de los movimientos internos se designó a Fernando Morales Martínez, hijo del senador y ex gobernador, Melquiades Morales Flores, como nuevo dirigente estatal, y a Alejandro Armenta Mier como coordinador de campaña en el estado del presidenciable Enrique Peña Nieto.
Con estos dos últimos movimientos, el PRI despejó el camino a la dupla Alcalá-Lastiri como únicos precandidatos al senado, aunque todavía debe resolver la elección de candidatos a diputados federales.
Calman su berrinche
Nada más lejos de las aspiraciones de Zavala, quien desde el año pasado aseguró en todo momento que aspiraba al senado porque era la militancia priista la que insistía en apoyarla, tal y como lo demostraban sus encuestas que lo ubicaban en el primer sitio de las preferencias electorales (según él). Sin embargo, ahora que el CEN mantuvo inamovible a Blanca Alcalá en la primera posición, y le ofrecía a cambio el segundo lugar en la fórmula (oferta que rechazó) y después una diputación plurinominal, Zavala declaró que “si no hay militancia ¿con qué votos vamos a ganar?, mi compromiso es respetar a la militancia, a la estructura y me parece que no se le ha dado el respeto necesario y por eso he decidido no ir en la segunda fórmula”, y todavía fue por más cuando dejó abierta la posibilidad de irse a otro partido político. Sin embargo, la pronta designación calmó sus aspiraciones.
La relación López Zavala-Marín
Javier López Zavala es el hombre que no conoce la derrota, al menos en su cabeza. Los sucesivos fracasos en su búsqueda por la gubernatura, una notaría y la dirigencia estatal del PRI no hicieron mella en el oriundo de Pijijiapan, Chiapas.
La vida política de Javier López Zavala nace y muere en el seno de Mario Marín. No se puede entender la figura de Zavala sin comprender el proyecto transexenal de Marín. El binomio Zavala-Marín es incomprensible sin ambas variables combinadas. Uno no existe sin el otro.
El triunfo de Mario Marín en 2004 fue suficiente para que “Zavalita” transitara a Zavala con su nombramiento como secretario de Gobernación en el primer trienio de la era marinista.
De secretario particular de Mario Marín en el Comité Directivo Estatal y en el Ayuntamiento capitalino saltó a la realidad con la derrota electoral en el año 2000 cuando peleó por el sexto distrito federal y lo perdiera en manos de la ecologista Erica Spezia Maldonado.
Desde el Ayuntamiento, Marín Torres no perdió la fe y lo impulsó como candidato a diputado local en 2001. Por primera vez y hasta el momento la única, Zavala conoció el sabor de la victoria y ganó una curul por el tercer distrito local. Su paso por el Congreso del estado no tiene puntos qué recordar.
Lo más trascendente de López Zavala en el Congreso fue su salida cuando se integró como coordinador de la campaña de Mario Marín en 2004. Los siguientes años serían pedagógicos para el priista, conocería el poder desde sus entrañas en la Secretaría de Gobernación y ahí comenzó con la construcción de su estructura para la gran batalla de 2010.
En medio del caso Marín-Cacho, López Zavala asumió las riendas del estado y cogobernó al lado de su creador. Sin embargo, Marín Torres cambió los planes para 2007 y lo envió como coordinador de Promoción al Voto y como el primer candidato en la lista plurinominal para el Congreso local, otra vez.
La operación electoral, los recursos en exceso y los errores estratégicos de Acción Nacional provocaron que el PRI ganara 25 de los 26 distritos locales y la mayoría de las alcaldías. López Zavala se quedó fuera del Congreso local y con el apoyo de sus más fieles seguidores y con la venia del entonces gobernador comenzó la operación “sacrificio”.
El objetivo era eliminar a Mauricio Hidalgo y tomar su lugar como primer plurinominal. La jugada falló. Los antizavalistas —crecidos en el gabinete marinista— impidieron la jugada y provocaron que López Zavala se quedara sin una curul.
Todo parecía perdido para el delfín, pero Mario Marín no lo abandonó. En marzo de 2008 lo nombró secretario de Desarrollo Social y puso a su disposición más de 8 mil millones de pesos para los programas asistenciales y para iniciar giras interminables alrededor del estado para afianzar su popularidad entre los poblanos.
Zavala se mantuvo hasta el último momento en la Secretaría de Desarrollo Social. Días previos a su registro como candidato al gobierno del estado presentó su renuncia y del resto de aspirantes, sólo Enrique Doger se atrevió a desafiar las instrucciones del mandatario y solicitó su inscripción en el proceso.
Enrique Doger fue aniquilado en menos de 15 minutos bajo el pretexto de que incumplió con los requisitos. López Zavala llegó solo a la Convención de Delegados para ser ungido como el abanderado priista. Con el paso de los días, Doger Guerrero se sumó, de mala gana, al proyecto zavalista.
Inició la campaña con 20 puntos de ventaja, según Mitofsky, Parametría y Demotecnia y en menos de un mes, logró desplomarse. Las explicaciones sobran: la mala estrategia electoral, la deficiente táctica comunicacional, la poca simpatía del candidato, su procedencia chiapaneca, los errores de su discurso, las traiciones de miles de priistas, su ridículo en el debate, la prensa apostada a su favor, su insana cercanía con Marín y su mala dicción, entre otros miles de factores.
Zavala logró perder sus 20 puntos de ventaja y de enterrarse casi 20 puntos bajo tierra de Rafael Moreno Valle en tan solo tres meses de campaña. Aún así, la noche triste del 4 de julio de 2010, López Zavala festejó con aires luctuosos en el PRI municipal.
Pasaron casi 48 horas para que Zavala asumiera su derrota. Días más tarde iniciaría otra batalla ahora en búsqueda de una notaría. También fracasó. Y otra batalla más, por el Comité Directivo Estatal también la perdió.
Ante la posibilidad de que demasiada exposición de Peña Nieto y Mario Marín pudieran restarle votos al PRI, al parecer se ha optado por evitar exhibiciones públicas de estos personajes, un supuesto divorcio, dejando a Blanca Alcalá y Javier López Zavala como cabezas visibles de la operación de campaña a nivel nacional del abanderado priista.
La visita de Peña Nieto a Puebla vino a calmar los ánimos y a definir muchas cosas; entre ellas que la fórmula del partido tricolor al Senado de la República quede integrada por Blanca Alcalá en la primera posición y Juan Carlos Lastiri Quirós como suplente, quedando López Zavala en una posición muy rezagada como coordinador general de Promoción al Voto de Enrique Peña Nieto en el estado de Puebla,
No hay duda que el PRI recurrirá a las más viejas y tradicionales prácticas políticas que ha utilizado durante sus casi 70 años en el poder, para ganar elecciones tanto a nivel municipal, como estatal y federal.
El recenté escándalo, no suficientemente aclarado, de los 25 millones de pesos en efectivo que se incautaron al gobierno de Veracruz aparecieron precisamente en el aeropuerto de Toluca. La imaginería social no pierde la idea de que esos recursos serían destinados a apoyar la campaña de Peña Nieto a la Presidencia de la República.
Gustavo Madero, líder blanquiazul, se niega a creer que los 25 millones de pesos en efectivo hayan sido destinados “para comprar tamales” y propone que se presente una denuncia formal para averiguar el origen y el destino de esos recursos: “Se tiene que investigar desde la Fepade el lavado de dinero y también el tema fiscal…que no me venga (el gobernador Duarte) con esas vaciladas de que eran para comprar tamales”, señaló Madero, luego de reunirse en privado con un grupo de senadores del partido.
Los indicios parecen llevar a que esa cantidad fue movida por Javier Duarte de Ochoa, gobernador veracruzano, sucesor de Fidel Herrera Beltrán, otro de los oscuros personajes del pasado que han resucitado para ser abrigados por el candidato priista y disfrutar de la impunidad absoluta en caso de que Peña Nieto logre alcanzar la presidencia del país.
De Herrera Beltrán lo menos que se puede decir es que saqueó a su antojo las arcas públicas veracruzanas, que permitió el escalamiento y fortalecimiento del crimen organizado, donde personas muy allegadas a su administración han sido señaladas por los capos como colaboradoras en sus actividades delictivas. Echando mano de la alquimia política a la que nos tiene acostumbrados el priismo, las manos que mueven la cuna de los 25 millones pertenecerían a Javier Duarte y Fidel Herrera.
Peña Nieto no pudo ser ajeno al escandaloso endeudamiento de Coahuila. Durante las primeras semanas en que se señaló a Humberto Moreira, a la sazón Presidente del PRI, como presunto responsable del problema de la deuda en aquella entidad, también podrá adelantarse la hipótesis de que dichos recursos pudieran haberse destinado al financiamiento de alguna campaña política. Y esta puede ser la razón de que al principio Peña Nieto defendiera tanto a su presidente de partido.
Priistas ligados al narco
El ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, no habría sido el único político del PRI en la entidad en formar parte de una red de protección para permitir las operaciones del Cártel del Golfo, según testigos protegidos de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), uno de los cuales acusa que integrantes del tricolor podrían haber sido colocados en sus cargos por influencia del crimen organizado.
Así lo revela el expediente del caso 12-mj-00120-NSN que se presentó el 6 de febrero de este año ante la Corte para el Distrito Oeste de Texas, de Estados Unidos, en contra del presunto capo Antonio Peña Argüelles, quien es señalado como el hombre que, en el entramado de esta supuesta red de corrupción, fungió como el enlace entre políticos y los principales líderes del Cártel del Golfo-"Los Zetas", que investiga el gobierno estadounidense.
De acuerdo con un documento, el testigo protegido identificado como CS-2 declaró que durante los primeros meses del año 2000, Peña Argüelles comenzó a recibir grandes ganancias provenientes del tráfico de droga, en nombre de Osiel Cárdenas, entonces jefe del Cártel del Golfo, "a cambio de influencia política dentro del gobierno de Tamaulipas".
Detalla que "esta relación se inició con la elección del gobernador Tomás Yarrington, y continuó con la colocación de otros candidatos del PRI en posiciones de gobierno en todo Tamaulipas, que podrían asegurar la protección favorable para los cárteles".
En las declaraciones que obran en el documento entregado a la Corte texana, el testigo no señala los nombres de los otros priistas que presuntamente estarían implicados en esta trama.
Más involucrados
Por otra parte, la Procuraduría General de la República (PGR) no ha sido notificada por el gobierno de Estados Unidos sobre la acusación que presentó la DEA ante una Corte de Distrito de Texas, en la que el mexicano Antonio Peña Argüelles asegura que Tomás Yarrington Ruvalcaba, ex gobernador de Tamaulipas, presuntamente recibió millones de dólares por proteger al cártel del Golfo y Los Zetas.
El titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), Cuitláhuac Salinas Martínez, mencionó que hasta el momento el área a su cargo no ha sido enterada oficialmente del caso.
El funcionario no precisó si la investigación de la DEA es la misma que tiene en curso la SIEDO, área de la PGR que solicitó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes reportar las entradas y salidas al país de Yarrington Ruvalcaba y de los ex gobernadores tamaulipecos Manuel Cavazos Lerma y Eugenio Hernández Flores.
“La PGR en su momento emitió un boletín, en el que precisó que tenemos una investigación, y los términos de esa investigación evidentemente son confidenciales.
Se le insistió al subprocurador que aclarara qué calidad jurídica guardan los ex gobernadores en la investigación que realiza la PGR.
“En relación con las diligencias que deben o no realizarse, por lo que hace a la PGR, y esa es la responsabilidad que tenemos bajo nuestra tutela, es realizar todas las diligencias que resulten necesarias para el esclarecimiento de los hechos.
“Y si dentro de ésas resulta necesario requerir comparecencias, tomarle declaración a testigos o a probables responsables o requerir de cualquier autoridad que nos pueda dar información al respecto, lo haremos y lo estamos haciendo.”
Respecto de las críticas que realizó el actual gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, quien reclamó el poco avance en las investigaciones sobre el asesinato de su hermano, el ex candidato del PRI al gobierno de ese estado Rodolfo Torre, el titular de la SIEDO, Cuitláhuac Salinas Martínez, respondió que se están agotando todas las líneas de investigación.
“Desafortunadamente, una investigación no tiene un plazo específico en que pueda dar resultados, depende de muchos factores. (...) A él como gobernador no se le puede dar información respecto del trámite de la averiguación previa. Sin embargo, como persona física, como hermano del candidato, le dimos información de carácter privado”, señaló el funcionario.
En este aspecto, la participación de Mario Marín, la misma Blanca Alcalá, en el financiamiento subterráneo de la campaña no puede dejarse de lado.
Este mantenimiento de Mario Marín y Blanca Alcalá en el entramado político priista les puede garantizar una secretaría de estado al primero; y un escaño en el senado a la segunda y un puesto político-administrativo al tercero. Para los tres la impunidad como premio a su apoyo.
Peña Nieto no ha disimulado su interés por lo que ocurre en la política poblana. Durante la visita que hizo a la entidad, se dio tiempo para reunirse con los principales dirigentes de la militancia partidista. Tomó protesta a los titulares de los Comités Municipales Priístas; se tomó la foto con los líderes formales de los sectores y organizaciones institucionales del partido, como la CNOP, la CNC, FJR, Onmpri, Fundación Colosio, Movimiento Territorial e Isidro Favela, entre otras.
En una apretada agenda , sostuvo reuniones con diputados federales y locales, presidentes municipales, ex legisladores federales y locales, un senador, dirigentes de sectores y organizaciones adherentes al PRI, así como otros distinguidos cuadros
Peña Nieto grabó un spot en la esquina de la avenida Juan de Palafox y Mendoza y la calle 2 sur; desde esta perspectiva aparece la imagen de las torres de la Catedral de Puebla, una de las más bellas construcciones de la República Mexicana y también una de las mejores calificadas por los especialistas.
Como parte de la estrategia de Peña Nieto está la realización de varias visitas a Puebla, tomando en cuenta que la virtual candidata presidencial del PAN vivió gran parte de su infancia en esa entidad.
El dominio de Peña Nieto sobre el priismo poblano queda manifiesto, pues en unos cuantos días calmó los ánimos, arregló alianzas, se desembaraza en apariencia de la sombra de Marín y López Zavala, quien no se pudo ni acercar a su candidato durante su estancia en suelo poblano. El pretendido distanciamiento con Mario Marín lo protege eventualmente de perder votos locales y nacionales por esa alianza tan comprometedora.
Chango viejo no aprende maroma nueva, el apoyo logístico y financiero a la campaña de Peña Nieto por parte del priismo poblano tiene como sujetos principales a Mario Marín, Javier López Zavala y Blanca Alcalá Ruiz. Peña Nieto no puede dar la espalda a estos personajes, como tampoco la ha dado a otros ex gobernadores sobre quienes pesan fuertes sospechas de que hicieron quebrantos en las entidades donde alguna vez “gobernaron”.